lunes, 9 de mayo de 2016

ACOSO CIBERNETICO


Ciberacoso (derivado del término en inglés cyberbullying) acoso
virtual o acoso cibernético, es el uso de medios de comunicación digitales
para acosar a un individuo o grupo de individuos, mediante ataques
personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios.
Puede constituir un delito penal. El ciberacoso implica un daño recurrente y
repetitivo infligido a través de los medios electrónicos.


  • CIBER BULLING.




  • GROOMING




  • SEXTING.



El ciberacoso o ciberbullying puede ser definido como la intimidación
psicológica u hostigamiento que se produce entre pares, frecuentemente
dentro del ámbito escolar (no exclusivamente) , sostenida en el tiempo y
cometida con cierta regularidad, utilizando como medio las tecnologías de la
información y la comunicación. Se brindan aquí algunas claves que
contribuyen a reconocer la existencia de esta problemática y a cómo proceder
frente a ella.


Las formas que puede adoptar el ciberacoso son muy variadas y sólo se
encuentran limitadas por el manejo de la tecnología y por la imaginación de los
menores que se dedican a acosar a sus pares.

Es el uso de los medios telemáticos (telefonía móvil, mensajería instantánea,
entre otros) para ejercer el acoso psicológico entre iguales, de manera
sostenida en el tiempo.

El ciberacoso produce un efecto psicológico devastador en sus víctimas,
vulnerando su bienestar psíquico y su salud emocional.

Se conoce como grooming cualquier acción que tenga por objetivo minar
y socavar moral y psicológicamente a una persona, con el fin de
conseguir su control a nivel emocional. Si bien esta actividad puede
producirse en cualquier instancia, es particularmente grave en los casos
en los que una persona realiza estas prácticas contra un niño o niña, con
el objetivo de obtener algún tipo de contacto sexual.

El grooming suele producirse a través de servicios de chat y mensajería
instantánea, para obtener imágenes de contenido erótico y extorsión,
dificultando que la víctima pueda salir o protegerse en esa relación. Se
trata, básicamente, de abuso sexual virtual.

El método usado por los acosadores consiste en tomar contacto con
niños, niñas o adolescentes, accediendo a los canales de chat donde
habitualmente se conectan. Estos sujetos ingresan cambiando su
identidad, sexo y edad, aparentando ser menores de edad –o
simplemente como adultos bien intencionados - y tratan de concertar una
videoconferencia, buscando establecer una amistad. El objetivo es
mantener una relación sexual virtual.

El sexting es el intercambio de imágenes íntimas o videos con contenido erótico o
sexual. Su práctica demuestra cómo la tecnología afecta la sexualidad y

El sexteo ha sido un aspecto colateral a los avances tecnológicos en comunicación que
facilitan nuevas formas de interacción social. Presumiblemente, a lo largo de la historia
de los sistemas de comunicación, siempre se han intercambiado mensajes con
contenido sexual. No obstante, las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación (NTIC) permiten la comunicación mediante imágenes y vídeos, los cuales
son intrínsecamente más explícitos y tienen un mayor impacto. El peligro novedoso
del sexting es que ese material puede ser difundido de forma muy fácil y amplia, de
manera que el remitente inicial pierde totalmente el control sobre la difusión de dichos
contenidos.15 16


Informes del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) en
México arrojan que 1 de cada 5 menores de edad cibernautas tienen contacto con un
pedófilo; pues a la información que generan o visitan en internet la consideran como
segura, sin considerar los riesgos que puede generar la información que proporcionan a
desconocidos.17


la salud de las nuevas generaciones.

Es necesario estar informados de los nuevos tipos de acosos o intimidaciones
dadas por la red o por los mismos establecimientos, para es de suma
importancia informar a los niños y concientizar de como utilizar las de no hablar
a personas que no conocen y menos descocidos en la red, otra alternativa es
tener un horario fijo del uso de internet y redes sociales, tener confianza con
tus hijos.